Bienvenidos al arranque oficial de Tonterías las Justas. Tu dosis semanal de sentido común para vivir mejor. Sesiones exprés (menos de 15’) en las que trataremos temas como el sexo, el dinero, la espiritualidad, las relaciones y algunos temas de actualidad. Muy prácticas y sin pelos en la lengua.

Al ser nuestro primer capitulo juntos te cuento un poco sobre mí. Yo soy Stephanie Melenciano, tu entrenadora mental, y te ayudaré  a crear tus propias soluciones en los aspectos que necesites.

¿Qué lleva a una consultora de negocios y psicóloga a emprender este camino? Pues he visto numerosos clientes, compañeros y amistades sabotear sus metas por un erróneo discurso mental y tratar síntomas aislados en vez del conjunto de su persona. Esto lo he visto en todos los sectores, países, culturas, niveles socioeconómicos o de estudios.

Si estás cansado de dar vueltas a las cosas sin llegar a mejores conclusiones, vengo en tu ayuda.

He cometido muchos errores, probado muchas cosas y pongo todo mi aprendizaje y experiencia a tu servicio para ahorrarte tiempo y darte ese impulso hacia tus metas.

Volviendo al tema presente. Para hacer nuestros futuros encuentros más eficaces, he decidido empezar por las bases. Hoy y el siguiente capítulo exploraremos aspectos del pensamiento crítico.  

Este primer episodio lo vamos a dividir en tres partes:

1.   Una definición del pensamiento critico y por qué importa.

2.   Las ventajas de usarlo

3.   Una forma de aplicarlo hoy mismo

Empecemos por “qué es el pensamiento critico”. Existen muchas definiciones, pero usemos la siguiente para entendernos: es la capacidad de analizar y reflexionar sobre un tema objetivamente para extraer su veracidad e incongruencias.

Dicho esto, ¿por qué importa el pensamiento crítico?

Hay miles de especies sobre la tierra y el factor de mayor diferencia con todas ellas es nuestro increíble lóbulo frontal que nos presta extraordinarias capacidades de razonamiento. El pensamiento critico es nuestra mayor distinción como raza.

Curiosamente, el hecho de no aplicar todas nuestras capacidades nos deja repitiendo bucles vitales. Esto lo podemos ver en nuestras relaciones, conflictos, trabajo y al nivel “macro” en nuestras sociedades. La intervención más eficaz para dichos bucles es un poco de pensamiento critico, porque nos obliga a la reflexión y objetividad, es decir , a ver la situación desde fuera. Ya entraremos más en detalle en el siguiente capitulo.

Otro peligro de no usar esta herramienta es que nos convierte en excesivamente vulnerables a cualquier vaivén externo. Nos hacemos blancos fáciles de la explotación y la manipulación.  Es sorprendente que lo que más poder nos da como humanos lo infravaloramos e incluso le damos ese poder a otros para que elijan por nosotros.

Ahora, pasemos a qué ganamos al usarlo. Lo dicho anteriormente: nos ahorraríamos bucles vitales. Pero yendo un poco más allá. ¿Qué ganamos? Tiempo, por supuesto. Y nuestro súper poder humano: la creatividad.

Al poder razonar, reflexionar y analizar situaciones, preguntas, planteamientos etc., desatamos nuestra fuerza creativa para innovar, dibujar e imaginar alternativas.

Esto puede parecer insignificante, pero si revisas nuestra historia como especie, los impulsos hacia delante siempre han sido propulsados por el hecho de hacernos más preguntas y buscar soluciones. Eso no se consigue diciendo que “sí” a todo y sin levantar la cabeza para observar el entorno. La creatividad es nuestra mayor expresión de libertad.

Y por último, ¿cómo podemos fortalecer este músculo hoy? Yo creo firmemente que todo se entrena, lo bueno y lo malo. Si busco mejores resultados en mi vida tendré que entrenar otras costumbres, hábitos y acciones a las que normalmente empleo. Me gusta la palabra entrenar porque al igual que un músculo, coge forma y fuerza con la repetición del ejercicio. Lo mismo ocurre con nuestro carácter. Os voy a contar un cuento para ilustrar la aplicación de hoy de este aspecto. El cuento de los seis sabios. La fuente esta disponible en las notas del programa en la web.  

Los seis sabios ciegos y el elefante

“En una ocasión había seis ancianos sabios que no gozaban del don de la vista, siendo ciegos y empleando el sentido del tacto para experimentar y conocer las diferentes realidades, seres y objetos del mundo. Ninguno de estos sabios había visto jamás un elefante, y tras conocer que su rey disponía de uno le solicitaron con humildad poder conocerlo. El monarca decidió concederles su petición y los llevó ante el paquidermo, permitiendo que los ancianos se acercaran y lo tocaran.

Los sabios se aproximaron al animal y, uno por uno, tocaron al elefante con el fin de saber cómo era dicho ser.

El primero le tocó un colmillo, y consideró que el elefante era liso y agudo cual lanza. El segundo sabio se aproximó y tocó la cola del elefante, respondiendo que en realidad era más bien como una cuerda. El tercero entraría en contacto con la trompa, refiriendo que el animal se parecía más a una serpiente. El cuarto indicaría que los demás debían estar errando, ya que tras tocar la rodilla del elefante llegó a la conclusión de que se trataba de algo semejante a un árbol. El quinto lo desmintió al tocar la oreja del ser, valorando que se parecía a un abanico. Por último el sexto sabio llegó a la conclusión de que en realidad el elefante era como una fuerte pared rugosa, al haber tocado su lomo.

Tras haber llegado a distintas conclusiones, los sabios empezaron a discutir respecto a quién poseía la verdad. Dado que todos defendían sus posiciones con ahínco, recurrieron a la ayuda de un séptimo sabio el cual podía ver. Este les hizo ver que en realidad todos ellos tenían parte de la razón, dado que habían estado describiendo una única parte del conjunto del animal, a la vez que aún sin equivocarse ninguno de ellos había podido conocerlo en su totalidad.“

https://psicologiaymente.com/cultura/cuentos-cortos-para-adultos

¿Qué nos enseña el cuento? Primero, la curiosidad abre nuevos mundos de experiencias y aprendizaje. Segundo, es posible que si nos quedamos sólo con nuestra parte nos perderemos el todo. Tercero, y más importante, tenemos que ser humildes para seguir aprendiendo. Hay temas en la vida que son elefantes, requieren tiempo y esfuerzo para entenderlos, ponerlos en contexto y sacar conclusiones. Algo tan sencillo como el rol del ciudadano en la sociedad requiere un estudio de historia, economía, sociología, psicología, educación y mucha introspección para llegar a conclusiones propias y no solo repetir lo que dicen los medios o el experto de turno. Es imprescindible que tomemos esta responsabilidad en nuestras manos y no la pasemos a otros. Esto es especialmente importante hoy en día cuando sabemos que el dinero y el poder controlan mucho de lo que se vende a gran escala. La verdad o verdades sobre un tema no se encuentran en los medios, un libro o estudio, sino en tu análisis de muchas fuentes, datos y puntos de vista.

Es tan sencillo como, asumir menos y hacer más preguntas. Siempre podemos aprender algo de la situación y de nosotros mismos. Desaprovechar nuestro súper poder lleva a resultados catastróficos a todos los niveles.

Para cerrar

–      Hemos definido el pensamiento crítico como la capacidad de analizar y reflexionar sobre un tema objetivamente para extraer su veracidad e incongruencias. Además lo hemos atribuido como nuestra mayor habilidad como raza.

–      El uso del mismo desata nuestra capacidad creativa.

–      Y lo podemos ir fomentando con la curiosidad. Más preguntas, menos suposiciones.

Gracias por tu tiempo y te espero la semana que viene para explorar otras herramientas del pensamiento critico y la barrera más común para emplearlo, el miedo. ¡Hasta pronto!